Curso de cerámica aborigen en Cadret
El CEPT N° 13 está dictando un curso de cerámica aborigen en la localidad de Cadret todos los jueves a las 14hs. El lugar de encuentro es la casa de la abuela Norma Torres.
El curso es dictado por docentes del Área de Comunicación del CEPT con la profesora Anahí Aguirre a la cabeza. Hasta la fecha se realizaron tres encuentros donde se puso de manifiesto el entusiasmo y las ganas de aprender esta técnica que permite realizar adornos y utensilios, entre otras cosas. En el último encuentro doce personas se juntaron para compartir la experiencia de trabajar con arcilla y se espera que en los próximos encuentros se vayan sumando más.
La iniciativa surge como una necesidad de la gente de Cadret, principalmente mamás que disponen de tiempo libre por las tardes y el curso es una válida excusa para juntarse charlar y aprender.
CERÁMICA ABORIGEN
Nuestros aborígenes, al igual que otras culturas milenarias, construyeron los objetos que necesitan a partir de los elementos de la naturaleza, tratándola siempre con todo respeto.
Con el Taller de Cerámica con Técnicas Aborígenes vamos a recrear sus saberes, desde la preparación de la tierra, la elaboración de piezas utilitarias o decorativas, y su cocción, pasando un rato agradable, compartiendo ideas, creando, logrando realizar objetos para usar, regalar o vender.
Es de destacar que para participar de este taller no es necesario invertir ni un centavo en nada, ya que a todos los materiales y utensilios necesarios para realizar una pieza de cerámica los encontramos al alcance de la mano, disponibles en nuestro medio.
Si quieren practicar en casa, les dejamos algunas técnicas básicas…
Recolección y preparación de la arcilla:
Utilizando balde o bolsa y pala de punta, recolectar tierra arcillosa (más gomosa que el humus) en bajos inundables o bordes de lagunas, tratando de quedarse con la menor cantidad de raíces o yuyos posibles.
Cernir esa tierra con alambre mosquitero o bolsa de cereales plástica, o de a poco con un colador, y seguir sacando todo material vegetal o bichos o piedritas por más pequeños que fueran.
A media lata (de las de 20 litros) de tierra arcillosa ya limpia, agregarle el polvo de un ladrillo común molido y pasado también por el cernidor, y dos tazas de arena fina limpia y cernida. Pueden hacer la mitad: un cuarto de lata de tierra, medio ladrillo y una taza de arena.
Mezclar todo en seco. Agregar agua limpia de a poco tratando de formar una masa firme. Tomar con las dos manos porciones de la arcilla formada, y golpearla entre 10 y 20 veces tirándola con fuerza sobre una superficie firme (mesa o el suelo) sobre un trozo de nylon o bolsita (como cuando se hace la torta de los 80 golpes).
Mientras no estemos trabajando, la arcilla debe permanecer envuelta en nylon sin aire para que no se endurezca.
Organización previa:
Para comenzar a realizar cualquier objeto con la arcilla, ubíquense en un lugar tranquilo y seguro, con una buena superficie de apoyo (mesa, mesada) sobre la que se coloca una tabla de madera cubierta con nylon.
Tengan cerca un tenedor, un cuchillo, una cucharita, palitos de madera o fibras y biromes en desuso, y una tacita o lata con agua limpia.
Para comenzar a trabajar, la arcilla que preparamos debe estar plástica, es decir, que resulte fácil de modelar y que lo modelado no pierda la estructura. Si la arcilla se secó un poco y está endurecida, separarla en bollos pequeños y volver a unirlos amasando con las manos bien mojadas.
Si la arcilla está muy floja, agregarle un poco de tierra seca limpia o dejar un rato al sol para que evapore el exceso de humedad.
Una vez que tenemos la arcilla adecuada, tomamos un trozo del tamaño que pueda caber en nuestras dos manos juntas y lo golpeamos muchas veces dejándolo caer con fuerza sobre la tabla y nylon. De esta manera saldrán las burbujas de aire que pudieran estar atrapadas en la arcilla, que son muy peligrosas, porque al hornear el trabajo, el aire se expandiría con el calor, haciendo estallar la obra.
Realización de un objeto con la técnica de “pella” o bola:
La técnica de “pella” o bola es la técnica más antigua y más fácil de trabajar. Se parte de una porción de arcilla que pueda caber en una mano, y se le da forma de bola amasándola con las dos manos.
Luego, introducimos el dedo pulgar (mojado) en el centro de la misma, cuidando de no llegar a romper el fondo, y vamos modelando con los dedos el contorno, formando alrededor del hueco una pared de 1 cm de espesor, que luego se irá afinando. A veces, por la evaporación y la absorción del agua, surgen grietas que se solucionan alisándolas con los dedos apenas humedecidos con agua, o pasándoles un trocito de esponja o un trapito húmedo.
El cuenco formado puede convertirse en un cenicero si se le marcan algunas hendiduras para apoyar los cigarrillos, con un dedo o lápiz humedecido en agua. También puede servir de porta velita si el hueco es de la medida de la misma, esto es bonito para hacer souvenirs. O puede servir también como platito para picadas si tiene los bordes más estirados hacia afuera.
Terminación:
Puede alisarse la pieza con los dedos secos, o con una cucharita u otro elemento bien liso (esto da un bruñido o brillo), y puede marcarse alguna textura presionando tapitas de lapiceras o fibras, marcando rayas con palillo o tenedor, etc. Siempre que se guarde envuelto en nylon el trabajo podrá continuarse en otro momento ya que no se secará.
Secado:
Si decidimos que el trabajo está terminado, debemos dejarlo secar destapado en un lugar seguro de nuestra casa, alejado de niños y mascotas, alrededor de una semana.
Realización de un objeto con la técnica de rollos:
Otra técnica para construir cuencos o piezas más altas, incluso escultóricas, es la “de rollos”. Partimos, al igual que en la técnica anterior, de un bloquecito de arcilla bien golpeado, y amasamos rollos con las dos manos planas sobre la tabla y nylon, como los que se hacen para ñoquis.
Enrollamos un rollo sobre sí mismo, en forma de espiral plano y ajustado, formando un círculo de 5 a 10 cm de diámetro, apoyado sobre la tabla y nylon. Pasamos sobre el círculo un tenedor, arrastrando despacio sus dientes, como rastrillando, así se unen las partes del rollo que se tocan. Luego pasamos el dedo índice y alisamos la superficie del círculo. Lo damos vuelta y hacemos lo mismo del otro lado del círculo: rastrillado con tenedor y alisado con dedo.
Alrededor del círculo formado, que queda como base, se comienza a levantar una pared con otros rollos envolventes, superpuestos.
Cuando la pared tiene 5 cm de alto se rastrilla con tenedor y se alisa con los dedos primero de adentro y luego de afuera, y con más rollos se sigue levantando la pared hasta la altura deseada.
Puede quedar un objeto cilíndrico o ir tomando forma de jarroncito si con los rollos se van formando paredes onduladas. Formando otro círculo como el de la base se puede realizar una tapa.
Agregados sobre la pieza:
Si se desea agregar asas o manijas, formarlas con rollos (o rollos aplanados) y unirlas a la pieza raspando con tenedor y humedeciendo las partes a pegar, presionando bien, evitando que queden burbujas de aire en la zona de contacto.
De la misma manera, podemos lograr vasijas escultóricas si a los cacharros obtenidos los decoramos con aplicaciones de arcilla que formen cabezas de animales, garras, colas, o figuras humanas. Luego, dar terminación y secado.
Pozo de cocción:
Para realizar la cocción, necesitamos hacer un pozo semiesférico del tamaño en que puedan caber sueltamente todas las piezas a cocer, en general estaría bien de 70 cm a 1 m de ancho. Alrededor del pozo debe quedar 1 m de tierra libre de yuyos. Se llena el pozo con ramas secas, o leña fina, de alrededor de 40 ó 50 cm de largo y menos de 10 cm de diámetro. Pueden colocarse entre las leñas algunos ladrillos comunes o refractarios para mantener mejor el calor. Arriba se agrega mucha hojarasca, y se enciende fuego.
Templado de las piezas y cocción:
Se colocan las piezas secas a 1 m de distancia todo alrededor del pozo, y a medida que se templan se van acercando de a poco al mismo, con cuidado de no quemarse, empujándolas con un palo, hasta que pasadas 1 ó 2 horas estarán muy cerca del fuego y casi igualando temperaturas, por lo cual se las seguirá empujando despacio hasta que vayan cayendo al fuego, añadiendo más ramas pequeñas y hojarasca para que las piezas no se golpeen entre sí, aunque no hay problemas si se tocan. El fuego debe mantenerse alrededor de 10 hs ó más para que se realice una buena cocción de las piezas.
Tradicionalmente, el fuego se inicia a la tarde, y suele usarse para asar al atardecer, al costado, algo de carne y vegetales para cenar, cuidándolo toda la noche, ya que para los pueblos aborígenes la cocción tiene significados especiales. A la mañana siguiente el fuego suele estar apagado, pero el pozo puede estar peligrosamente caliente. Hay que esperar que todo esté a temperatura ambiente para sacar las piezas con cuidado con un gancho o a mano, Las piezas deben ser cepilladas o lavadas, y pueden impermeabilizarse pasándoles grasa animal.
Para seguir comunicándonos:
Las mencionadas son las técnicas más básicas de realización y cocción. En próximas ediciones ampliaremos información sobre el color y otras formas de cocción. Pero no olviden que todo se aprende haciendo y se perfecciona haciendo, hahaciendo, y haciendo muchas veces más…